6 días de lucha y perspectivas

LIBERTAD Y RESTITUCIÓN; CIERRE Y CONVOCATORIA

La consigna central no puede ser "Adelanto de elecciones", y no está planteado así en el núcleo de la lucha. Pero ese es hoy el eje de la campaña de desinformación. A ella se han sumado los oportunistas y golpistas solapados.

El golpe de Estado parlamentario en el Perú del 7 de diciembre ha activado una gran movilización popular, que ya lleva 6 días y cuya tendencia es al desarrollo y radicalización. Se vislumbra una gran concentración en la capital para cerrar el Congreso. La acción criminal de las fuerzas represivas ya ha dejado 4 muertos.

La lucha estaría entrando, pues, al nivel de una Insurgencia Nacional contra un régimen usurpador, represivo y sangriento, heredero de la Dictadura Fujimorista que estableció a sangre y fuego la intocable Constitución de 1993. Baste señalar que el actual presidente del Congreso es un militar impune de crímenes de guerra y matanzas en Ayacucho, en tiempos de la guerra interna (1980-1992); y comprometido en los crímenes de Estado del Andahuaylazo (2005).

Cuatro puntos centrales se han ido estableciendo como el programa inmediato y la táctica de la movilización:

1.La libertad del presidente Pedro Castillo. Él sólo leyó un discurso que refleja lo que los peruanos sentimos y queremos.

2. La restitución inmediata en su cargo de presidente de la República.

3. El cierre del Congreso mediante la movilización popular. Es un Congreso golpista, obstruccionista, lobista; e insensible al pueblo porque está corrompido por gollerías y prebendas.

4. La inmediata convocatoria a una Asamblea Constituyente para que redacte una nueva constitución. La participación de las organizaciones que participan en la lucha debe de ser protagónica. El pueblo no debe permitir que las élites y sus agentes le roben su protagonismo para refundar el Perú.

Soluciones oportunistas como adelanto de elecciones, significa reconocer a la usurpadora y traidora Dina Boluarte; y desconocer a Pedro Castillo que sigue siendo el presidente que elegimos. Hay consciencia en la movilización popular de desconocer la “vacancia” exprés y espuria (ilegítima) del 7 de diciembre. Pues esta no ha hecho sino confirmar que el objetivo que buscaban era un golpe parlamentario para el cual valía cualquier pretexto.

A las cuatro principales demandas se van sumando:

5. La libertad de los detenidos en la lucha, y la atención médica especializada a los heridos. La reparación, por parte del Estado, a los deudos de los héroes caídos. El movimiento debe de rendir homenaje a sus héroes como ejemplo de lucha por un Perú mejor.

6. Solicitar la participación de organismos internacionales como la Cruz Roja Internacional, frente a la amenaza de los golpistas de utilizar “armas letales” (que ya vienen usando) y de decretar un Estado de Emergencia. Y es que, ante estos atropellos, sólo existe el silencio de organismos de fachada como la Defensoría, burocracia constituida para defender las elites y no al pueblo. Más aún es la que señala al pueblo combatiente como "violentista"

7. La activación de demandas, en foros locales e internacionales, contra Dina Boluarte, el CC.FF.AA y Fuerzas Policiales por crímenes de Estado y terrorismo de Estado. Así como demandas por el papel cómplice de la Fiscalía de la Nación y sus autoridades para perpetrar el golpe de Estado contra Pedro Castillo, y del mismo modo contra el PP.JJ, la JNJ y el Tribunal Constitucional.

8. Es fundamental que se conformen comisiones para ir a denunciar a foros regionales lo que está sucediendo en el Perú. Empezando por nuestra América: Bolivia, Chile, Colombia, Uruguay, Brasil, Argentina, Ecuador, Venezuela, México. Lula de Brasil, le da la espalda a Perú, lo mismo que el esquirol Alberto Fernández de Argentina.

En su sexto día, la lucha va abarcando todo el territorio nacional. Desde Cajamarca hasta Puno, en la Sierra peruana; y desde Piura hasta Tacna, en la franja costera. En la Amazonía, en Loreto y la Selva central se desarrollan paros, bloqueos y movilizaciones. Las principales vías que comunican las regiones, a lo largo y ancho del Perú, empiezan a interrumpirse.

En Espinar, en Cuzco; y especialmente Andahuaylas, en Apurímac, se desarrolla el epicentro de la lucha, que está llegando a niveles de insurgencia. Y es que hay pueblos que se han declarado en insurgencia y otros en movilización permanente. 8 helicópteros, en Andahuaylas, dispararon a matar contra la población. Hay testimonios conmovedores de las masas y la desproporción que enfrenta a piedras y huaracas, contra armas de guerra.

Vale aclarar que el incendio del puesto policial en Andahuaylas, sólo ocurrió cuando habían sido asesinados dos luchadores movilizados. En Arequipa, la lucha se ha intensificado. Las tomas de los aeropuertos, según los manifestantes, tuvo por objetivo evitar que contingentes policiales lleguen para desatar su sangrienta represión. En Espinar se llegó al intercambio de detenidos, policías por ciudadanos.

Es de saludar que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Luis Arce (Bolivia), Gustavo Petro (Colombia) y otros reconozcan a Pedro Castillo como presidente del Perú y no a la usurpadora Dina Boluarte. Llamamos al Grupo de Puebla a corregir su nefasta posición de apoyar a una usurpadora que ya tiene las manos manchadas de sangre.

Es indudable, pues, que estamos viviendo una gesta de alcance histórico porque un pueblo, que ha despertado, es el protagonista de ella. Es necesario que todos, desde nuestras trincheras y, a pesar de los peros y todavías, nos incorporemos a sus tareas.