A TRES MESES DE LA MASACRE EN AYACUCHO

La masacre perpetrada por el ejército y la policía en diciembre último, no se olvida. Manifestantes y familiares de las victimas marcharon rindiendo homenaje y exigiendo justicia.

Ayer se cumplieron 3 meses de la masacre perpetrada en la ciudad de Ayacucho por miembros del ejército y de la policía. Un hecho cruel y de ensañamiento con el pueblo que dejó 10 familias enlutadas por la ausencia de sus seres queridos y que tiene como principales responsables y operadores políticos a la señora Dina Boluarte y Alberto Otárola.

Rememorando los hechos, organizaciones populares y familiares de las victimas asesinadas salieron a las calles, concentrándose en la plaza de armas del distrito Andrés Avelino Cáceres Dorregaray —distrito donde ocurrieron los asesinatos— para luego de hacer un recorrido alrededor de la plaza, dirigirse por la avenida El Ejército, subir por la avenida Ramón Castilla, hasta llegar al Cementerio General de la ciudad, recorriendo espacios donde se dieron varios de los crímenes.

Decenas de policía se apertrecharon en las afueras de la Fiscalía del distrito —ubicada también en la plaza de armas—, y al momento de cruzarse con los manifestantes algunos pasaron al acostumbrado terruqueo y en actitud amenazante filmaban, mientras eran emplazados por los participantes en la marcha que les llamaban “asesinos”.

La marcha fue encabezada por una banderola que sentenciaba: ¡Dina asesina, Ayacucho te repudia! Seguidamente acompañaban familiares de las víctimas y manifestantes que llevaban los retratos de los caídos, luego continuaban filas de manifestantes con pancartas y cartulinas que mostraban la indignación ¡Renuncia y cárcel para la usurpadora y golpista Dina asesina! ¡abajo el congreso golpista y usurpador!

La indignación y el compromiso de continuar la lucha por la que sus hijos, hermanos y paisanos dieron su vida, se concentra en una consigna que se coreó repetidamente “la sangre derramada, jamás será olvidada”. La reafirmación en las demandas políticas sigue presente en las protestas y a la par que se condena a la dictadura de Boluarte, se exige una Asamblea Constituyente para una Nueva Constitución, la libertad y restitución del presidente Pedro Castillo y la libertad de los detenidos en las protestas.

En su trayecto los manifestantes iban siendo aplaudidos en muestra de solidaridad, por otros transeúntes o desde los vehículos que se cruzaban con la marcha. Posteriormente, al llegar a lugares donde se cometieron los asesinatos, se iban deteniendo para rendir tributo y dar palabras de homenaje a los héroes del pueblo del 15 de diciembre.

Para ello, representantes de las organizaciones sociales, como el Comité de Lucha de Ayacucho, el Frente de Defensa de Ayacucho (FREDEPA), entre otros, hicieron uso de la palabra para rendir homenaje, señalando que los 10 ayacuchanos asesinados, junto a más de 50 peruanos de otras regiones son “mártires del pueblo en la lucha contra la dictadura y el gobierno usurpador de Boluarte”.

También se realizaron oraciones y familiares tomaron la palabra, narrando en forma desgarradora, detalles de cómo sus hijos o hermanos fueron asesinados.

La indignación y el compromiso de continuar la lucha por la que sus hijos, hermanos y paisanos dieron su vida, también conllevó la reafirmación en las demandas políticas. Junto a canticos “Esta democracia ya no es democracia”, se daban proclamas exigiendo justicia y la inmediata renuncia de Dina Boluarte y el cierre del Congreso, así mismo se coreaba “la sangre derramada, jamás será olvidada”, a la vez que se exigía una Asamblea Constituyente para una Nueva Constitución y la libertad y restitución del presidente Pedro Castillo.

Ya en horas de la noche el colectivo Ayacucho Toma la Calle, conformado por artistas ayacuchanos, rindieron homenaje a los mártires y héroes ayacuchanos, mediante un recital en el atrio del templo Compañía de Jesús, en la cual también se dieron muestras de adhesión del público asistente.